Link: review: Papel/Ciudad: escenas citadinas, relatos verídicos y fantásticos
Omar Velázquez Sin título (mucha mierda)
José Ortiz Las Cucarachitas del Cuento en las paredes exteriores del MUAC
(xilografía sobre papel pasquinado)
Papel/Ciudad: Escenas citadinas, relatos verídicos y fantásticos
Museo de Arte de Caguas
*fotos cortesía de Sonia Carmona, Repuesto y el MUAC
Son raras las ocasiones cuando uno es testigo de la develación pública de una obra que será clave en la carrera de un artista novel, lo que se siente es una especie de high, pero cuando uno se encuentra con un grupo en una misma exposición es excusa suficiente para festejar. Debemos agradecerle al Museo de Caguas y a su curadora Elsa Meléndez por senda experiencia. La colectiva temática Papel /Ciudad: Escenas citadinas, relatos verídicos y fantásticos toma como punto de partida la utilización del papel como material y la ciudad como soporte conceptual. Le recomendamos a los “curadores” de la “Trienala Berezdivin” visitar esta muestra extensa que incluye una selección atrevida de 20 artistas emergentes trabajando de forma experimental y poliforme todo tipo de medio en papel y offset.
Entre nuestros favoritos se encuentra una escultura fina hecha en cartón por Omar Velázquez, en la que un deambulante, en líneas y texturas gruesas, parece estar acostado de espaldas al espectador en un banco genérico de esos que vemos en cualquier parque o plaza. Los pasamanos decorativos, así como el banco entero, están hechos a mano y el deambulante es un grabado en papel pegado a la superficie. Velázquez se ha venido destacando por su eficaz factura en terminaciones de calidad, la facilidad con que se desenvuelve en gran formato y su tajante crítica social y cultural. Un buen ejemplo lo vimos hace poco en su instalación de un Albizu con perros, Moriviví, en el Museo Pío López Martínez (Casa Frade) del recinto de la UPR en Cayey. A pesar de lo buena que es la obra del deambulante la misma no es característica de su estilo ya que parece una pieza que forma parte de una instalación mucho más grande y complicada.
La que si da la nota apropiada es un grabado tipo collage colgado en un tenderete titulada Sin Título (la misma mierda), en esta un grupo de 7 personas mirando hacia el horizonte bajo son impuestos sobre la superficie de una papeleta del sorteo ordinario de la lotería tradicional. Detrás del grupo distraído un hombre solitario lee un periódico que lleva por titular “Mucha Mierda.” Con esta pieza Velázquez parece conjugar una crítica social a la trillada prensa local con una metáfora a la adictiva superstición de la masa popular. Un pueblo que espera un futuro mejor sin tomar acción, solo confiando en el azar.
Tristán Reyes continua su desarrollo desenfrenado como uno de nuestros mejores artistas. Esta vez presenta dos fotografías de gran formato de su serie Santurce es Ley, título tomado de un tag en un callejón frecuentado por prostitutas, hustlers, travestis, transexuales y demás supuesta escoria de la sociedad. Digo supuesta porque Reyes ha logrado una fotografía íntima a través de vistas casuales nocturnas y retratos posados con una factura “haute couture”. Reyes no es el primero que trabaja el tema, hace poco Luis Alcalá del Olmo presentó retratos de transexuales de Brasil, en blanco y negro de textura granosa, en la Galería Botello, la cual era dirigida a la mirada masculina en un especie de juego de percepción, seducción y de sorpresa. Reyes, en cambio, retrata individuos que toman posesión de su territorio con seguridad y orgullo.
La intervención de cucarachas en papel pasquinadas sobre la fachada del Museo por José Ortíz nos gusta mucho, ya que el caparazón de las bestias es tatuado con motivos orgánicos que nos recuerdan a los encontrados en los cuerpos Taínos del muralista Rafael Rivera García.
La mejor pieza de la exhibición es sin duda alguna la enigmática Mano Poderosa de Karla Cott. No es sorpresa que un artista haga referencias históricas para lograr un discurso personal pero Cott ha creado una pieza que es una contradicción en sí misma, una obra retórica en la cual, aunque las referencias parecen ser obvias, las conexiones entre sí no lo son. Ciertos detalles formales han sido producidos de manera convincente para confundir, lo que hace de Mano Poderosa una descarga emocional, visual e intelectual.
La imagen nos muestra una casa de arrabal hecha en zinc y sin techo, de interior oscuro y denso, en la cual vemos a una niña con cara de angustia parada en la entrada, mientras una mano gigantesca de forma caricaturesca atrapa a una ama de casa, como si fuese una muñeca de trapo que sonríe complacientemente. Rodeando la escena se ven nubes esponjosas en alto contraste y un jardín árido con lo que parecen ser troncos quemados y un alambre de púas que corta el espacio frontal horizontal. Las sombras parecen que provienen de objetos tridimensionales tal y como las de un libro móviles o pop -up, lo que hace parecer a este dibujo una especie de retrato en blanco y negro de un escenario miniatura.
Algo irreal y naive, tipo retablo Mejicano, permea en la superficie y es esto lo que nos confunde. El escenario donde se desarrolla la narrativa parece una mezcla entre la imagen de un campo de concentración junto con la Barriada Tokío de Myrna Báez ó Vita Cola del Tefo, es como si fuéramos testigos de la tragedia personal detrás esas icónicas pinturas en un remake contemporáneo. Más confuso aún es como los personajes, con sus facciones de piedra, parecen ser sacados de las fotografías e ilustraciones de la FSA durante la era de la depresión económica Norteamericana por gente como Walker Evans, Dorothea Lange y Jack Delano. Definitivamente en Mano Poderosa tenemos un discurso de identidad que va más allá de lo social y se mueve a los post-feminista y a la liberación de todo estereotipo cultural. La mujer ama de casa es separada de su cría, pero en el plano sublime no sufre.
Otro detalle interesante es que la mano poderosa es elástica, siendo el dedo pulgar un ente individual que sobresale de la masa de carne. También podemos admirar como Cott logra balancear el zinc brilloso de la choza con el cielo que parece hecho de algodón.
Las dudas pevalecen en la obra de Cott. ¿Es la niña un retazo del pasado de la ama de casa? Por qué un alambre de púa cruza la parte frontal del dibujo? ¿Dónde se desarrolla esta fábula?¿Cuál es el significado de los troncos quemados? Cott nos ha dejado sobre la mesa preguntas oscuras, peligrosas y válidas. Lo que hace de Mano Poderosa una gran obra.
Otras piezas que sobresalen en la exhibición son la vista cronológica de la demolición de un reactor nuclear por Christopher Rivera, los módulos arquitectónicos con figuras de niñas con cabezas de adulto de Isabel Ramírez y los monumentos fantásticos de la Antigüedad hechos en lineas de gran formato por Joe León.
Es importante notar que últimamente el arte Puertorriqueño se interesa por la búsqueda de lo sublime, temática que en nuestra historia no había sido tocada con tanto empeño. ¿Por qué será?
Pedro Vélez

Walker Evans Bud Fields and His Family, Hale Country Alabama
1936

Dorothea Lange Migrant Mother
1936
Dorothea Lange Advertisement for the current movie in town.Westley, California.
The child is a flood refugee of March 1939

portada de novela gráfica MAUS por Art Spiegelman